Llegó la hora

Desde que di el primer paso corriendo a principios del presente año, me propuse participar en la San Silvestre de mi ciudad. Lo quería hacer más que nada por marcarme una meta a medio plazo, ver si era capaz de entrenar durante todo un año y lograr completar el recorrido de 5 km, que en ese momento era una cantidad impensable para mi estado de forma. Han pasado ya 8 meses desde aquel primer paso y contra todo pronóstico, voy a participar en una carrera popular, no sólo antes del tiempo previsto de antemano sino en una distancia mayor.
En este mes de septiembre son las fiestas de San Cristóbal de La Laguna y tradicionalmente se organiza la Carrera Popular del Cristo que forma parte del programa deportivo de la ciudad en esta época de fiestas. Sin pensármelo dos veces, decidí que era ahí donde me iba a estrenar.
La distancia a cubrir es asequible, 8 km de circuito urbano totalmente plano, y en lo que a temperatura se refiere, espero que la hora (a las 6 p.m. sale mi categoría) haga el trayecto llevadero.
Al principio me puse a pensar en tiempos, planificación de carrera y demás, pero creo que lo mejor será ponerme al final del pelotón, tomarme la carrera como si fuera el entrenamiento del sábado y disfrutar del momento.
Táctica: no dejarme llevar por la euforia, el efecto dorsal ni ritmos distintos al mío; si me siento cómodo, con ganas y fuerzas, apretaré un poco, si no, pues nada.
Único objetivo: acabar.

Salud!