XXX San Silvestre lagunera

Pues lo dicho, misión cumplida. Acabé al año de la mejor manera posible: corriendo.

Esta trigésima edición de la San Silvestre de La Laguna batió récord de participación, llegando a los 2500 corredores "oficiales", a los que habría que sumar una gran cantidad de "sindorsales".
El recorrido (de unos 5400 metros) se desarrolló por las principales calles de la ciudad, que tienen la estrechez como característica principal; a esto había que sumar el numeroso público asistente, además de la auténtica masificación de participantes.

Con semejante plan, mi intención era situarme en la parte delantera (siempre detrás de la zona reservada para los "de siempre"), pero aún quedaba más de 40 minutos para el comienzo y quería calentar algo. Troté un poco (no lo que me hubiese gustado) por las calles aledañas y preferí irme situando en el embudo que se formaría en la salida. Allí permanecí una media hora aproximadamente, dando saltitos y haciendo aspavientos para no perder calor. Mi idea era hacer la carrera "corriendo" y sabía que había mucha gente que iría a pasar el rato con sus disfraces, gorros y pelucas, con lo cual habría que apretar desde el principio para coger un sitio medianamente cómodo.
Desde que se dio la salida tardé un minuto en pasar por debajo del arco de salida, y eso que había procurado colocarme más o menos delante... En cualquier caso, mi cronómetro comenzó a correr en el punto exacto. El primer kilómetro fue un auténtico slalom: gente que adelantaba como loca, numerosos tropezones (aunque no vi ninguna caída), y yo con algo de tensión por no verme "embotellado" y evitando en todo momento tener algún encontronazo o recibir alguna pisada (iba con las Fivefingers, por cierto). Después de adelantar bastante y llegar aproximadamente al segundo kilómetro, la cosa pareció que se alivió un poco y pude correr más o menos cómodo. A partir de ahí ya fue mantener el ritmo sin flaquear pero controlando al resto de corredores; no íbamos tan pegados como al principio pero aún así se podía tropezar con facilidad.

Acabé cansado, contento, y por fin con la sensación de haber hecho un esfuerzo importante en una carrera. Crucé la meta en 25:16 (tiempo oficial) pero mi Forerunner marcaba 24:15. Ese es el tiempo válido.
La parte de entrega de chips y recogida de bebida isotónica me la ahorraré para no agobiar, pero ya se pueden imaginar con la cantidad de gente que había: un infierno.

Hoy publicaron la clasificación oficial y me he llevado alguna sorpresita: acabé en el puesto 519 de la general (no está mal teniendo en cuenta que el primer km lo corrí a un ritmo inferior al esperado) y el 99 de mi categoría (eramos 343 corredores en la franja 35-39 años), dato que me ha llenado de alegría.
Pese a que no era una carrera para hacer marca ni mucho menos (repito: el numero de participantes y las dimensiones de las calles hacían de la prueba un auténtico desafío si pretendías correr algo), conseguí hacer los primeros 5 km en 22 minutos, superando mi mejor marca en esa distancia conseguida en entrenamientos.

Ahora sí: reto cumplido. La San Silvestre ya es historia, pero mi historia continua.

PD: Para empezar bien el año, hoy comencé a las 10 de la mañana corriendo a ritmo suave 20 kilómetros por pistas forestales. Chute de endorfinas.

Salud!