Para seguir con la vieja y sana costumbre de compartir con ustedes el estado actual del calzado con el que
entreno, me di cuenta que hace poco alcancé la nada despreciable cifra de 1000 km con uno de mis pares de huaraches. Se trata del modelo
Masli de la marca
Pies Sucios, sobre el que ya escribí en alguna ocasión con motivo de los
200 km y de los
500 km de uso.
De los cinco pares de huaraches que tengo, este modelo ha sido con el que más kilómetros he corrido, llegando como digo a los 1000 km aproximadamente. Fueron los primeros que usé con un sistema de atado distinto del de mi primer par de huaraches (modelo
Simna), ya que llevan correas en vez de cordones y sin cierre tipo clip como ya incorpora el modelo
Simna II.
A priori no pensé que me fuese a sentir tan cómodo, sobre todo por el hecho de que una vez ajustadas las correas, ya no habría que tocarlas más, calzándome los huaraches sin aflojarlas de nuevo. Pensaba que con el tiempo se destensarían y sería un calvario tener que ajustarlas a mi medida cada vez que fuese a correr con ellas, pero nada más lejos de la realidad: en estos 1000 km tal vez las haya reajustado dos o tres veces, y siempre fue porque usé los huaraches con calcetines; hoy siguen estando intactas, en su lugar original y sin el más mínimo atisbo de rotura o desgarro.
Como ya comenté las veces anteriores, una de las causas que hacen que las correas estén casi como el primer día, es que el sistema de ajuste utilizado por
Pies Sucios evita que entren en contacto directo con el suelo como les ocurre a todos los modelos de otras marcas; me sigue pareciendo fabuloso.
La superficie sobre la que he corrido ha sido íntegramente por zonas urbanas (asfalto, cemento, aceras, y grava de distintos grosores), y eso sí, los 1000 km han sido contabilizados CORRIENDO. Aclaro esto ya que los kilómetros invertidos en caminar, que no han sido muchos pero algunos han caído, no entran dentro del cómputo global, así que el número debería ser aún mayor. Evidentemente, caminar no afecta de la misma manera ni por las mismas zonas al desgaste del calzado, por lo que en este caso en particular, hay que tener en cuenta ese dato a la hora de analizar las zonas de desgaste.
En las fotografías se puede apreciar el estado actual de la suela, de las correas y de la superficie donde apoya le pie:
De la suela no hay mucho que comentar; la durabilidad y resistencia de la marca Vibram es indiscutible, y observando el dibujo de la pisada podemos ver que la parte de los talones conserva casi todo el dibujo y obviamente, la zona del antepié es la más afectada. Sobre las correas tampoco hay mucho más que añadir, siendo la superficie de apoyo del pie es la más desgastada. Como comenté en los análisis anteriores, el modelo
Masli lleva una delgada capa de microfibra para confort y sujeción, y es ese material el que se ha ido deteriorando. En realidad sólo ha sido en un punto en concreto (en la zona de los metatarsos, entre el primer y segundo dedo, que es en donde suelo apoyar con más frecuencia al correr), quedando el resto de la microfibra en un buen estado de conservación (algo despegada de la suela, pero nada importante).
En definitiva y para no aburrir, como resumen han sido 1000 km de auténtico gozo, de comodidad absoluta, y de fiabilidad plena (a los que nunca han corrido en huaraches les sonará a cuento chino, pero "me la trae al pairo"). Sin duda, hasta ahora la gente de
Pies Sucios ha hecho las cosas muy bien, convirtiéndose desde hace tiempo en referente cuando hablamos de sandalias
especializadas, y por supuesto, no tienen nada que envidiar al resto de marcas nacionales e internacionales. Merecen la pena.
Salud!