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28 ago 2012

Olimpiadas de Londres 2012. Preguntas sin respuestas.


Uno de los "problemas" que se tiene cuando se practica el running, se tiene un blog dedicado a dicha práctica y se decide que en éste se hablará muy poco de entrenamientos personales, es lo rápido que se agotan los temas sobre los que escribir. Siempre procuro no publicar sobre política (aunque me desahogo en el Facebook) o sobre otros temas de actualidad que sean propensos a suscitar debates, porque también decidí hace tiempo que en este blog no se discute, me cansé...

He dejado pasar unas cuantas semanas a la espera de que apareciese en los blogs de los corredores populares nacionales que suelo leer, alguna entrada que hiciese referencia a los Juegos Olímpicos de Londres, o más bien, al papel de la delegación española en dicho evento. Muy pocos (por no decir casi ninguno) han comentado algo al respecto, lo que me deja muy desconcertado... Es obvio que cada uno escribe sobre lo que le da la gana en su propio espacio (para muestra, un botón), pero me extraña que siendo tan amantes de los deportes y en especial del running, pocos hayan comentado algo de la gran cita Olímpica.

Sobre el tema en cuestión no entraré en muchos detalles ni repetiré los datos aportados en otras plataformas sobre los récords conseguidos o los tecnicismos, pero si me permitiré el lujo de dejar algunas reflexiones personales en forma de preguntas retóricas para el disfrute o sufrimiento de quien crea conveniente leerlas.
No están escritas en un orden particular, sino según vienen a mi defectuosa cabeza... Aquí van:

- ¿Para cuándo un seguimiento REGULAR por parte de los medios informativos de los deportes minoritarios en España?... ¿No les da vergüenza fingir que se saben el reglamento de algunos deportes para poder retransmitirlos una vez cada cuatro años?.

- ¿Qué pasaría si se dejase de dar tanta importancia a "La Roja", Nadal, Alonso y demás personajes en favor de los atletas "anónimos"? (que además, la gran mayoría de ellos declaran contributivamente en este país, cosa que no se puede decir de los citados)...

- ¿Cuál hubiese sido el papel de la delegación española si las subvenciones, ayudas y apoyo fuesen repartidas equitativamente entre todos los deportes?.

- Viendo el destacado papel hecho por las deportistas españolas en estos Juegos, ¿qué hubiera pasado si durante la infame y vergonzosa época del dictador no se hubiese relegado a la mujer a un papel claramente secundario en el deporte (y en todas las facetas de la vida)?.

- Viendo el destacado papel hecho por las deportistas españolas en estos Juegos, ¿qué hubiera pasado si durante la infame y vergonzosa época de la pseudo-democracia (la actual, para los despistados) no se hubiese relegado a la mujer a un papel claramente secundario en el deporte (y en todas las facetas de la vida)?.

- ¿Qué hará el deporte español en los próximos campeonatos mundiales o europeos (en las distintas especialidades) con los brutales (injustos y sin sentido) recortes llevados a cabo por el actual des-Gobierno?.

- ¿Irá el Presidente (si todavía lo es) a celebrar alguna victoria deportiva en los próximos años?.


Y fuera del "capítulo nacional":

- ¿Por qué los corredores de los 100 metros lisos (con Bolt a la cabeza), antes de darse la salida a su prueba (y algunos incluso al acabar la misma) se comportan como unos vulgares raperos de tres al cuarto o como unos simples payasos?... ¿Acaso no les basta con sus 10 segundos de gloria?.

- ¿Alguna vez tendré la fortuna de ver a los yankees alejados de los primeros puestos del medallero?.

- ¿Por qué es deporte olímpico la Hípica?.

- ¿Cuánto dinero habrá ganado el inventor de la Cinta Kt?

- ¿Verán mis ojos alguna vez una competición deportiva internacional que no esté politizada por los jueces?.

- ¿Es lógico que compitan deportistas profesionales (o mercenarios deportivos) en las Olimpiadas, cuando el propio Comité Olímpico defiende a capa y espada su código de superación, limpieza y honradez?.


- ¿Alguna vez volveré a pisar las maravillosas calles londinenses?...

Salud!

21 ago 2012

Huaraches Pies Sucios "Simna" con 100 km de uso


Hoy toca otro post de esos de "review", y le corresponde el turno a las impesiones que me han causado los primeros 100 kilómetros recorridos con los Huaraches Simna, presentados en esta otra entrada...
Lo primero que hay que decir es que la mayoría de entrenamientos realizados con este calzado han sido de unos 10-12 km por sesión, a excepción de una salida de 18 km y siempre han sido por asfalto o superficies duras y abrasivas, aunque también ha habido pequeños escarceos en pistas sencillas de tierra sin desnivel. Además, antes del primer entrenamiento, estuve dos o tres días caminando con ellas para pre-evaluar los ajustes de lazadas, aunque corriendo siempre es otra cosa.
Las velocidades han sido variadas, aunque por norma general se han movido en mis parámetros, es decir, entre 4:30 min/km y 6 min/km; alguna serie un poco más rápida también ha caído...

Ajuste: Suele ser normal que al principio de usar unos huaraches, las sensaciones no sean las mejores, ya que encontrar el punto justo de atado no es fácil, pero en mi caso he de confesar que no tuve ese problema. Desde el primer día opté por un ajuste fuerte, confiado que con el propio uso y movimiento del pie, las ligas se fuesen aflojando lo justo para permitir la movilidad adecuada, y así fue; apenas tuve momentos incómodos relacionados con demasiada holgura o bailoteo del pie.

Agarre: Este aspecto es muy destacable ya que el comportamiento de la suela Vibram ha sido impecable en todo momento. A falta de probarlas sobre superficies mojadas o húmedas, de momento tienen un sobresaliente.

Comodidad: Evidentemente, hablar de este aspecto es relativo y en cierta medida algo absurdo ya que se trata de la comodidad que proporciona una plancha de goma atada a los pies. No obstante, es el calzado que más libertad me proporciona y el que más sensaciones parecidas a correr descalzo me deja. Por otro lado, y para disipar dudas de los más escépticos, la parte de la liga que discurre entre los dedos no me ha molestado ni una sola vez pasando completamente desapercibida; quizás ha tenido que ver el hecho de ser un cordón suave, no lo sé...

Apariencia: Sobre este capítulo hay algo más que decir, ya que con diferencia, es el calzado que más llama la atención de la gente. Teniendo en cuenta de que por norma general, todo lo que sea distinto a lo común llama la atención y atrae miradas (es el precio de vivir en una sociedad atrasada socialmente), en este caso es muy obvio. Cuento a mi favor con la experiencia de más de un año de uso de las Fivefingers, que también se las traen en este aspecto, pero con los huaraches el asunto se eleva a otra dimensión... También tengo a mi favor ser una persona que no le preocupa lo más mínimo lo que puedan decir o pensar de ella...

Puntos en contra: La verdad es que me ha costado encontrar alguno, pero de momento hay dos, aunque son muy relativos.
El primero es que en los entrenamiento largos (por encima de 15 km en mi caso) la superficie de la suela sobre la que apoyo el pie, comienza a ser resbaladiza. Está claro que la cantidad de sudor que expulsen los pies es un factor clave, o sea que este aspecto es muy, muy relativo. Además, con el paso de los kilómetros me ha dado la sensación de que este "problema" ha ido desapareciendo, quizás debido al propio "curtido" de la goma... En recorridos cortos (15 km o menos) no noto nada al respecto.
El segundo aspecto es en relación a los cordones. Pese a que no se han roto, ya presentan algún punto dañado, sobre todo en las zonas de fricción con los ojales de goma. Desde luego es un capítulo que no me preocupa lo más mínimo ya que cada par de huaraches Simna vienen con dos pares de cordones, y además, siempre podré comprar otros o sustituirlos por algunos de un material más duradero.
La durabilidad creo que viene marcada por la suela, y de momento, está como nueva.

Conclusiones: Hasta el momento sólo tengo palabras positivas en todos los aspectos. Muy recomendables pero sólo para los que lleven tiempo en el barefoot/minimalismo, o para los que hagan las cosas con calma, paciencia y mucha cabeza, aunque desgraciadamente escasean...

Aquí les dejo con otro set de fotos del estado actual de los huaraches, lamentando no añadir alguna en la que se me viera con el taparrabos, para delicia de los intransigentes e ignorantes. En otra ocasión será...

Salud!


17 ago 2012

Vibram Fivefingers con más de 1000 km de uso


Muchos recordarán un post que escribí a finales del año pasado en el que hablaba de los primeros 500 km que corrí con mis Vibram Fivefingers Bikila. En dicha entrada, hablaba de la manera en que había incidido esa cantidad de kilómetros en el desgaste de las zapatillas, en cómo parte de este desgaste era debido principalmente a mi deficiente técnica y en las sensaciones que me habían dejado después de recorrer esa distancia. Pues bien, aquellas zapatillas casi jubiladas por aquel entonces han cumplido la friolera de 500 km más y aún están vivas.


No voy a repetir aquí las sensaciones ni las impresiones de correr con ellas, explicadas ya en el post original, sino solamente apuntar un par de datos:

- Las zapatillas prácticamente son eternas. De los algo más de 1000 km que he recorrido con ellas, casi la totalidad de los mismos ha sido sobre asfalto, una de las superficies más abrasivas que hay, máxime teniendo en cuenta la mala calidad de las calles y carreteras de donde entreno. En cuanto al "upper" o parte alta, está casi como nuevo; se ha saltado un solo punto de las costuras y apenas hay desperfectos.
Quizás donde más se note el desgaste es en la parte interna, producido por el roce constante de los calcetines (siempre entreno con ellos) y de la propia pisada y peso corporal.

- Mi técnica ha mejorado. Llegar a esta conclusión es sencillo ya que los prematuros desgastes bajo los dedos siguen más o menos igual después de recorrer otros 500 km, mientras que el desgaste en la zona de los metatarsos ha crecido exponencialmente. Sin duda, sigo teniendo una técnica muy mala (no podemos olvidar el precio que hay que pagar por empezar a correr tarde y llevar poco tiempo en ello), pero está claro que voy en la buena dirección, por lo menos en este aspecto.

- Llamativas. Hoy día (hace aproximadamente un año y tres meses que me las compré) siguen llamando la atención al vulgo, pero comparado con correr descalzo o con huaraches, son casi como una zapatilla convencional en el aspecto visual; a todo se acostumbra uno, y hablo de mi mismo...

- Si tuviese dinero, repetiría la compra. No sé si en el modelo (que me encanta, no nos confundamos, pero la novedad de probar algo distinto me podría vencer), pero definitivamente sí en la marca. No ha habido ni un sólo segundo de arrepentimiento, no ya de haber entrenado con ellas sino de haber invertido dinero en ellas.


Aquí les dejo con unas imágenes de su estado actual para que se hagan una idea de lo que hablo, aunque cobrarán su verdadera importancia si se las compara con las imágenes publicadas en el post que cité al comienzo. En el "slide show" hay fotos de dos fecha diferentes, unas son de cuando las zapatillas cumplieron 1000 km (hace unos 4 meses) y otras de hoy mismo (con algunos km más), pero ambos grupos muestran de manera similar la incidencia de esos algo más de 1000 km.

Salud!


11 ago 2012

Por qué un blanco (probablemente) nunca ganará los 100 metros lisos (Y lo tendrá muy, muy, muy difícil en los 800)


Interesante artículo publicado en La Bitácora del Beagle que me permito "copypastear" aquí para el disfrute de todos ustedes. En él se exponen diversas teorías sobre cuestiones relacionadas con la velocidad, la cultura y las razas, todo siempre bajo el prisma del mundo del running.

Salud!


De los 500 mejores tiempos de la historia de los 100 metros lisos, tan sólo 6 corresponden a atletas blancos. Algo parecido pasa en las pruebas de resistencia, totalmente dominadas por los keniatas -han ganado 13 de las últimas 14 maratones de Boston. Comparados con los caucásicos, los atletas africanos tienen huesos más densos -¿por eso son malos en natación?-, menos grasa corporal -¿también esto influye en la natación?-, caderas más estrechas, piernas más largas, muslos más gruesos y “gemelos” más ligeros que los blancos. Pero eso no es todo. En este artículo se trata de dar una explicación fisiológica a tan tamaña desviación estadística en cuanto a rendimiento atlético.

Resistencia: una cuestión de eficiencia energética
Las pruebas de resistencia son dominadas por atletas que provienen de una pequeña región de Kenia de apenas 3 millones de habitantes -Kalenjin-, mientras que los mejores esprinters son atletas africanos de la otra parte del continente, de la África occidental.

Bengt Saltin, fisiólogo sueco del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca, ha investigado la supremacía keniata en el atletismo de fondo. Los hallazgos llevados a cabo por este equipo científico han descartado la mayoría de las explicaciones populares a este fenómeno: la altitud, la dieta, y el que los niños van corriendo a la escuela. En cuanto al consumo de oxígeno, los keniatas arrojaron valores similares a los escandinavos; en lo correspondiente a la dieta, más bien es al contrario, su dieta no es rica en aminoácidos esenciales, vitaminas o grasas; y finalmente, la hipótesis de la actividad física en la infancia tampoco resultó verdadera, los niños keniatas son tan activos como los daneses.

La clave parece residir en la habilidad de los keniatas para resistir la fatiga, para no dejarse vencer por el lactato. El ácido láctico se genera cuando se ha llegado al límite del consumo de oxígeno; entonces ya no se puede generar energía de forma aeróbica -con consumo de oxígeno-, y se comienza a sacar partido de la fermentación láctica, lo que produce como subproducto el lactato, que se acumula en la sangre, acidifica el medio celular y merma el rendimiento. El grupo de Saltin descubrió que, con el mismo oxígeno de partida, los keniatas eran capaces de correr una distancia un 10% mayor que la que corrían los europeos; es decir, al igual que un coche más aerodinámico, estos realizaban un consumo de “combustible” más efectivo que los europeos.

¿Qué tenían los keniatas que los hacía “más aerodinámicos”? El grupo de Saltin encontró que las diferencias más importantes se daban en la masa muscular de los “gemelos” -múculos gastrocnemios, que se encuentra en la parte posterior de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Los atletas africanos tenían como promedio 400 gramos menos de “carne” en cada pierna. Cuanto más lejos del centro de gravedad -que suele estar en torno a la cintura- se encuentre el peso, más energía es necesaria para moverlo. El grupo de Saltin calculó que añadir 50 gramos de peso en los tobillos incrementaba el consumo de oxígeno en un 1%, por lo tanto, según Saltin, los gramos de menos que tienen los gemelos de los keniatas, se traducían en un ahorro de un 8% de consumo por cada kilómetro recorrido. En definitiva, en palabras de Henrik Larsen, otro investigador del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca: “los keniatas son corredores más resistentes porque emplean menos energía en mover sus piernas.”

En posteriores estudios también se descubrió que el músculo esquelético de los corredores keniatas posee, en cantidades mayores de las promedio, una enzima que se encarga de bajar la producción de lactato, llevando las reacciones bioquímicas de obtención de energía hacia la oxidación de ácidos grasos. Según el autor, los altos niveles de esta enzima se pueden deber al entrenamiento, pero en su opinión, “tiene grandes posibilidades de ser un mecanismo genético”.

Resultados similares en consumo de oxígeno y niveles de enzima y lactato fueron encontrados en un grupo de corredores negros del Sur de África, cuyos “tiempos” son similares a los de los keniatas.

Además de esto, está el hecho de que los keniatas son fenotípicamente delgados y ligeros (50 o 60 kilogramos de media). Es decir, que no es sólo que sus piernas sean más livianas, sino que todo el “chasis” pesa menos.

Y finalmente está el tema de las fibras musculares, lo que para muchos es el factor clave de la supremacía keniata (y africana en general) en las pruebas de resistencia. Existen dos tipos de fibras musculares: tipo I o roja, de contracción lenta; y tipo II o blanca, de contracción rápida. Los corredores de resistencia tienen hasta un 90% de fibras tipo I, que tienen una densidad vascular elevada y muchas mitocondrias -orgánulos celulares que se encargan de producir energía en presencia de oxígeno.

SI juntamos todos los datos, tenemos que los keniatas tienen poca masa muscular en sus piernas, pesan poco, y encima la escasa masa muscular que tienen es tremendamente eficiente para obtener energía aeróbica -con oxígeno- y así producir muy poco lactato. Además, por si fuera poco, tienen una carga enzimática superior para recurrir antes a los ácidos grasos que a la fermentación láctica. El resultado: que de una misma cantidad de combustible obtienen mucha energía, sin pagar peaje ninguno -producción de ácido láctico-, y encima van en un coche más ligero, con lo que pueden viajar mucho más tiempo por la autopista y así llegar más rápido a su destino.

Velocidad: negros con fibras blancas
Y en el otro extremo del atletismo, están los mejores sprinters, que también son negros, aunque en este caso del África occidental. (Y todos sus descendientes de EEUU, Jamaica, Bahamas, Grenada, etc...) Y aquí, paradójicamente, nos encontramos también en el otro extremo fisiológico: los atletas del oeste africano son más altos y pesan hasta 30 kilogramos más que sus parientes del sureste. Pero la diferencia más reseñable está en el tipo de fibra muscular: los sprinters negros tienen un porcentaje más alto de fibras blancas tipo II -las de contracción rápida- que el resto de los mortales, incluidos los keniatas. Estas fibras funcionan de manera totalmente contraria a las rojas tipo I: están especializadas en producir energía de manera rápida y explosiva sin recurrir al oxígeno. Las fibras tipo II obtienen casi toda su energía de la fermentación láctica. El resultado: no son buenos en carreras largas -sacan poca energía del oxígeno y mucha del sistema anaeróbico por lo que acumularían mucho lactato-, pero en distancias cortas -donde casi toda la energía se obtiene en anaerobiosis por que estás en esfuerzo máximo y la corta duración no da tiempo al efecto inhibitorio del lactato- están comodísimos, y de esta manera consiguen marcas tan espectaculares como las que consigue el genial Usain Bolt.

El porqué evolutivamente hemos llegado a tener estas diferencias es un tema muy interesante para reflexionar e investigar, pero eso da para otro post y un par de libros por lo menos. Por supuesto, no todo es genética -aunque es mucho- porque de nada vale tener unas fibras musculares maravillosas si estamos tirados todo el día en el sofá. Las marcas que estamos viendo estos días en los juegos olímpicos, se consiguen con mucho esfuerzo y mucho entrenamiento -incluso Usain Bolt-, pero lamentablemente, aunque parte de las fibras tipo II -las "menos rápidas" IIa- se pueden transformar en las lentas tipo I después de un entrenamiento de resistencia intenso, hasta ahora no hay evidencia de que las fibras tipo I se puedan transformar en las tipo II. Es decir, que los músculos de los blancos y sus fibras rojas tienen minúsculas posibilidades de llegar al nivel -y la velocidad- de los músculos de los sprinters negros y sus rápidas fibras blancas.


Referencias

Post basado en el artículo Peering under the hood of Africa's runners. Holden C.Science. 2004 Jul 30;305(5684):637-9 (2004). science DOI: 10.1126/science.305.5684.637


Artículo Original

6 ago 2012

XXIX Cross de San Bartolomé de Tejina. El buen hacer de un club

Como saben, si suelen leer mis desvaríos en este blog, normalmente me suelo quejar de los precios de las carreras populares, sobre todo las de montaña, en las que en algunos casos se roza el escándalo; pese a ello, la gente sigue pagando por correr a cambio de una camisa de dudosa calidad y una lata de refresco (si hay suerte)...
Debe ser que como yo no tengo "un duro" lo veo todo de otro color...

En este caso voy a hacer una reseña de la última carrera en la que participé el pasado sábado: la XXIX edición del Cross de San Bartolomé de Tejina; familiar, entretenida, con una organización más que aceptable y para colmo, gratuita, algo que parece increíble en estos tiempos.
La carrera en sí tuvo poca historia; 6.200 metros por asfalto con el "objetivo" de, aparte de acabarla, completarla en menos de media hora, que se traduciría en un ritmo por debajo de los 5 min/km, bastante interesante para un tipo como yo.
Finalmente cumplí, llegando en algo más de 28 minutos y con la sensación de haber ido más rápido que mis ritmos habituales de entrenamiento, pero sin llegar con la "lengua fuera"; sin duda tengo que conocer más mis posibilidades en carrera, aunque poco a poco me voy acercando...


Pero lo importante de todo el asunto no la tuvieron mis tiempos, ni siquiera mis sensaciones (que dicho de paso, no fueron nada buenas ni al empezar, ni durante, ni al acabar la carrera; últimamente mi cabeza no "anda muy fina"...), sino otros asuntos que me gustaría resaltar a continuación.


- Lo primero, es comprobar que todavía se pueden hacer las cosas bien cuando hay ganas e ilusión en lo que a la organización de carreras populares se refiere. Sin ahondar en detalles, simplemente decir que por 0 € (repito CERO euros), los participantes pudimos correr, comer sandía y beber isotónica/limonada al acabar, además de llevarnos una camiseta conmemorativa. A parte de eso, TODOS y cada uno de los niños participantes en sus categorías obtuvieron medallas sin importar el puesto final y los tres primeros clasificados de los adultos de cada una de sus categorías se llevaron un pequeño trofeo.

¿Alguien me puede explicar cómo puede suceder esto?... Cada vez tengo más claro que en las carreras populares, los "robos" están a la orden del día y los intereses monetarios prevalecen sobre todo lo demás...

Vale, no teníamos chip electrónico, pero si por usarlos he de pagar... ¿qué necesidad tengo?, ¿no corremos todos con cronómetro?, ¿tanto importan los tiempos?, ¿no es mejor asegurar la presencia de la gente el próximo año (yo, si sigo en esto del correr, allí estaré)?... Además, me dio tan "buen rollo" la buena voluntad del club organizador que incluso me gasté lo que podía haber costado una inscripción, en rifas para un sorteo a beneficio del propio club, sin que nadie me obligase y de muy buena gana...Y para cerrar este tema, aparte de lo citado anteriormente, el club organizador se permitió el detallazo de ampliar el número de categorías asegurando de esta manera más premios para los participantes y demostrando las ganas, el buen hacer y la preocupación de este humilde club por promover el deporte popular, especialmente el de las bases infantiles que serán el futuro deportivo y no deportivo de este país.
Mi más sincera enhorabuena al Club Atalaya Tejina.

- Lo segundo que quisiera mencionar es el placer que me produjo por segunda vez, compartir carrera con mi padre, que para colmo, quedó segundo clasificado de su categoría llevándose un trofeo a su casa.

- Y por último, agradecer de todo corazón a mi hermana, madre y padre (aunque como dije, él también estuvo enfrascado corriendo), así como a Md por acompañarme, apoyarme en la carrera (y a diario) y hacer que mis días de existencia en este mundo sean infinitamente mejores. Jamás podré devolver todo lo que me dan... Mil gracias.

Salud!